Luis Miguel Aragón
*Macetas millonarias y ocurrencias políticas
Pagar un millón de pesos por 114 macetas para cerrar el malecón de La Paz durante tres meses, tres días a la semana y por 10 horas, no solo es caro: es un despropósito.
La ocurrencia llega justo en vísperas de la temporada vacacional de diciembre, cuando La Paz se llena de turismo nacional. Miles de visitantes llegan en automóvil —propio o rentado— y pretender cerrar la vialidad más importante del corazón de la ciudad solo agravará la congestión que ya padecemos a diario. Una medida así parece más improvisación que planeación.
La compra la realizó la Administración Portuaria Integral API, cuyo director es Narciso Agundez Gómez, a petición del Ayuntamiento de La Paz, quienes justifican que estas estructuras de metal y madera darán mayor seguridad a peatones y ciclistas. Sin embargo, no existe un solo programa que respalde el cierre de la circulación. No hay festival navideño, no hay agenda cultural, no hay espectáculos anunciados. Nada que justifique la medida más allá de bloquear el paso.
Caminar por la banqueta —desde la Márquez de León hasta El Molinito— siempre ha sido posible. Y para ciclistas y usuarios de scooter, ahí está la ciclovía, infrautilizada desde que se inauguró. No hacía falta gastar un millón de pesos para recordar su existencia.
En conclusión, el cierre a la circulación vehícular del malecón no aporta nada y la compra millonaria de macetas resulta injustificable. La alcaldesa Milena Quiroga presume que los avances de La Paz pueden replicarse en todo Baja California Sur.
Decisiones como esta no presidenta, pues demuestran más ocurrencias que resultados.

Agregar comentario